Atracciones en Varadero
Valle de Yumurí
Considerado uno de los paisajes más pintorescos de Cuba. Desde el Mirador de Bacunayagua, puede contemplarse todo el esplendor del valle. Existen trazados de diferentes senderos ecoturísticos, que llevan hasta un antiguo asentamiento aborigen, una finca de cultivos de flores y el abra del río Bacunayagua, donde el visitante puede tomarse un baño de mar, justo en la desembocadura de esta corriente fluvial.
Varadero Golf Club
El primer campo profesional de 18 hoyos par 72 de Cuba. Su recorrido alcanza las 6.850 yardas (6.269 m.), en un terreno diseñado a modo de isla con otras islas interiores. Es uno de los mejores concebidos del circuito de campos de este deporte en el Caribe.
Parque Josone
Sobre 9 hectáreas de terreno se extiende, casi a mitad de la Península de Hicacos, el Parque Josone, un espacio que muchos consideran el pulmón verde del balneario de Varadero. Cuatro restaurantes y una típica guarapera, donde es posible degustar un refrescante jugo de caña de azúcar, forman parte de los servicios puestos a disposición del visitante en este verdadero remanso de sosiego.
Teatro Sauto
Fundado el 6 de abril de 1863, declarado Monumento Nacional. Constituye una de las instituciones más célebres de América Latina. El estilo de su arquitectura es neoclásico y se caracteriza por presentar una magnífica acústica.
Zoo-Criadero de Cocodrilos
Situado en la Laguna del Tesoro en la Ciénaga de Zapata, es el mayor humeral de la isla para la cría, y protección de dos de las especies de cocodrilos existentes: el cocodrilo cubano y el cocodrilo americano. Es uno de los sitios más visitados y populares que acoge a un gran número de turistas nacionales y extranjeros quienes antes de irse se toman una foto con alguno de los ejemplares.
Parque Natural Río Canímar
En torno al río Canímar, uno de los más profundos de Cuba, se ha delimitado un parque que convida a acercarse a su apacible belleza natural con excursiones, paseos caballo o en bote, pesca y buceo con tubo. Esta corriente fluvial desemboca en la bahía de Matanzas junto al Castillo del Morrillo, construido en 1720.
